Una playa desierta, más salvaje aún, triste. Sólo quedaba el recuerdo de los que por allí pasaron en los días de verano.
Había un pescador, dos caminantes con su perro y en el aparcamiento de la derecha dos vehículos; una autocaravana alemana de un matrimonio mayor con su hijo y un furgón alemán de un surfer solitario que leia su libro sentado frente al mar esperando un cambio de viento o la ausencia del mísmo.
Desde el alto Xagón pude tomar estas imágenes ante la imposibilidad de entrar al agua ¡ Para tres horas que tenía libres ! y toca " gallego ".
¡ Extraña sombra ! Unas horas de meditación frente a la mar desde la " montaña sagrada ".
Me recordaba aquellos días en que surfear al día siguiente era una sorpresa cuando no existian las predicciones de hoy día.
Sólo existia la persiana de mi ventana que tras levantar aún tenía que frotarme los ojos para poder ver bien el estado de la mar. Si había olas, rápidamente un telefonazo a mis primos que vivian al otro lado del monte cara a la ría.
Tiempos de no hacer nada, tan sólo surfear...
¿ Habrá olas mañana ?
2 comentarios:
yo nunca vivi lo de saber que olas habria al dia siguiente sin haberlo consultado....
pero incluso con las predicciones, a veces no cuadran.
la playa en otonio me encanta....es mas bohemia. pasear bajo el sol, mirar el mar, jugar al golf cutre con la marea baja....un privilegio que no tiene todo el mundo.
Por ello y por otras cosas hemos de sentirnos afortunados.
un saludo
y feliz puente pal q lo tenga
Solana
Bonito dia pillaste ayer, espero que lo aprovecharas.
Paz
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